Mientras desayuno enciendo mi ordenador y ya comienzo a gestionar el día, para que como siempre no quede nada por hacer, mi colegio debe ser el mejor y nuestros alumnos tienen que tener lo que necesiten para su desarrollo día tras día, sin faltar ninguno.
Cuando me meto en el correo me encuentro con dos correos de dos profesores, el de música y el de lengua castellana, comunicándome que no pueden asistir, ambos por enfermedad, madre mía como se nota este cambio de tiempo.
Entonces recurro al horario de todos los profesores y cedo el puesto de guardia de estas dos clases a dos profesores que tenían libres estas horas y los llamo a su teléfono. Comienza el trabajoÁdesde temprano, aun sin entrar en la escuela.
Me monto en el coche son las 8:15 am y ya voy de camino al colegio. Cuando llego a la sala de profesores saludo a todos mis compañeros, con alegría, ya que prácticamente somos una familia.
María, integrante de la dirección del centro me indica que ya han llegado los nuevos materiales deportivos que estaban encargados y me da el presupuesto de todo. Menos mal que hemos renovado el material, ya era necesario. Por lo tanto me puse con la gestión de la contabilidad, actualizando los gastos, los añadí a la plantilla de la situación económica del centro.
Hasta aquí fue realmente una mañana relativamente tranquila, pero mientras estaba produciendo el boletín de noticias, elaborando cartas y diferentes informes comenzó a sonar el teléfono repetidas veces. El motivo de las llamadas eran sobre todo por parte de las familias pidiendo citas con distinto motivo, parecía que todos se habían puesto de acuerdo.
Además tuve que atender a un par de familias que querían visitar el centro y que les hablase un poco sobre como trabajamos desde el I.E.S Olivar de Quintos, ya que tenían intención de realizar un ingreso próximo de sus hijos e hijas, ya que habían escuchado muy buenas opiniones sobre él.
Finalmente, tras un mar de llamadas, de correos electrónicos y de elaboración de distintos documentos que eran necesarios sin retraso alguno, acabo mi mañana de trabajo y pude irme a casa a comer con mi mujer y mi hija.
Tras un tiempo de descanso, por la tarde tuve que ir al centro a pasar y organizar los expedientes académicos de los alumnos del 2º ciclo, ya que acaba de terminar el segundo trimestre y es mejor organizarlo y tenerlo todo preparado ya antes de que se me pueda ir acumulando.
Al terminar de hacer esta función tan pensada, terminó mi día laboral y me fui a descansar y disfrutar un poco de mi familia para seguir con fuerza y ganas el resto de la semana, y del curso entero.
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